jueves, 1 de septiembre de 2022

Marcus y Dalia

 Se estaba acercando el cumpleaños nro. 9 de Julián y el quería hacer un festejo distinto a todo el resto de sus amigos. Algunos habían festejado con partido de futbol, o rugby, otros habían preferido un día de juegos en la plaza, las nenas habían elegido fiesta de disfraces.

Julián quería hacer algo diferente a todos, pero no sabía bien que preparar  y le consultó a su prima Agustina que era mayor que él.  Agustina pensó en una fiesta original, y distinta. Sabía que a Julián le gustaba mucho bailar, hacer acrobacias, y la música en general, así que le propuso armar un concurso de baile, por equipos. Cada equipo debía elegir una coreografía, una canción y la tía de Julian y su abuelo serían el jurado. El equipo que mejor bailara ganaría más premios.

Al día siguiente Julián fue al colegio muy contento anunciando en su clase el festejo de su cumpleaños. La noche anterior se había quedado preparando las invitaciones con su prima, eligiendo la música y pensando en que piruetas realizar. Al tocar el timbre del primer recreo Julián reunió a todo la clase y repartió las invitaciones explicando de que se iba a tratar la fiesta. La mayoría de los niños se quedaron cayados, y solo María y Brisa exclamaron: "Qué divertido!".

Pasaron  los días, y cada compañero, uno por uno le iba diciendo a Julian que no podían asistir a su fiesta. Uno tenía otro cumpleaños, el otro tenía que estudiar o asistir a un evento familiar. Algunos no dijeron nada, pero tampoco confirmaron.

Julián estaba muy triste, no podía entender que había sucedido con sus amigos, que siempre festejan todos los cumpleaños  con mucha alegría y entusiasmo. Al llegar a su casa, luego de la última clase, Julián se fue a su cuarto casi sin merendar. Entró y cerró la puerta, no quería que ni su prima ni su abuelo notaran que él estaba muy triste.

Mientras tanto, en el colegio,  habían quedado varios de los niños en una clase de ajedrez después de hora. Empezaron a hablar de la fiesta de cumpleaños de Julian pero ninguno se animaba a decir lo que realmente les pasaba o sentían, porque varios no querían asistir.  

Era momento de ayuda para los niños!: Alesia, Dipy, Nupi, Midy, Marcus y Dalia, los duendes y hadas de las emociones, estaban disponibles para ayudarlos a poder expresar y escucharse con sinceridad y atención.

Alesia entró por la ventana y posando sobre el hombro de una de las niñas le dijo: "Que lindo que tienen un cumpleaños para compartir con amigos! todas las celebraciones son bienvenidas!". Dipy, sumó su comentario exclamando: "Además las fiestas son divertidas y emocionantes!!!!, nosotros podremos ir?"

Nupi advirtió una rara sensación y también comentó: "No ven que los chicos no están ni contentos ni divertidos ni alegres?, no se dan cuenta que algo sucede!?". Alesia, Nupi y Dipy empezaron a discutir y hablar cada vez mas fuerte sin escucharse, algunos niños se empezaron a enojar, otros comenzaron a llorar. El patio del colegio se había vuelto caótico y los chicos estaban cada vez mas tristes, enojados, y repetían que no iban a ir al cumple de Julian.

Por suerte, Marcus, temeroso y casi en silencio,  suspiró: "Y si el problema no es el cumple de Julian?, que pasaría si Julian hiciera otro tipo de festejo, como un partido de futbol, un picnic, o un par de juegos y una merienda en la plaza....". Los niños en seguida comenzaron a calmarse y afirmaron que irían a ese tipo de eventos. Dalia se animó a preguntar: "Qué sienten con el cumple que Julian pensó?, no les divierte?, no les gusta esa forma de festejo?"

Mucho de los niños pudieron manifestar que no les gustaba bailar en publico, mucho menos armar equipos de competencia, que tenían mucha verguenza por eso no iban a asistir. Algunas de las chicas también acotaron  que si bien bailar era divertido, les provocaba bastante miedo pensar en realizar piruetas y acrobacias junto con coreografías que no conocían.

Finalmente los duendes y haditas ayudaron a los niños a conversar con Julian acerca de sus miedos, la verguenza que sentían al pensar en exponer sus bailes y la tristeza por decepcionar a Julian en su fiesta de cumpleaños. Julian los escuchó, pudo entenderlos y cambió alguna de las pautas para que todos los niños puedan asistir y se sintieran contentos de compartir con él ese momento.

El cumple pasó, la fiesta fue un éxito, y todos los niños y niñas pudieron bailar, cantar, jugar y divertirse con alegría y emoción.



martes, 9 de agosto de 2022

Nupi y Midi

 En la clase de matemática Juan y Lucia tenían que resolver un problema de sumas y restas que el profesor les había dejado como desafío. La consigna era clara, cada equipo tenía que realizar dos ejercicios, y el  que terminaba primero,  y además llegaba al resultado correcto, ganaría un premio sorpresa y un día adicional libre de juegos en el patio.

En la clase de Mateo, el profe de matemática, había 16 alumnos,  Mateo los dividió en 8 equipos de 2 personas cada uno. Al anunciar el ejercicio los niños no pudieron ponerse de acuerdo solos para formar los equipos. Los que eran mejores amigos querían estar todos juntos, pero Mateo quería que los chicos además de aprender sumas y restas, puedan formar equipos de trabajo aprendiendo a escucharse, entenderse y razonar, no siempre trabajando entre amigos, lo cual facilitaba un poco la cosa.

Luego de 15 minutos de caos, gritos, alegrías y hasta algún llanto, el profe decidió aplicar un sorteo para armar los grupos, y así fue como Juan y Lucia terminaron siendo el equipo B.

"Yo no pienso estar con él", dijo Lucia en voz alta y clara. 

"Antes de formar equipo con ella, prefiero no realizar el ejercicio", pronunció Juan, sin entender que realizar la tarea no era una opción sino una obligación.

El profe había indicado que los ejercicios podrían hacerse o bien en las horas de clase, o bien, si no finalizaban reunirse fuera del colegio  y entregarlo al día siguiente. Juan y Lucia no hicieron nada en lo poco que quedaba de clase, se la pasaron peleando y discutiendo , pasaban las horas y ellos no tenían ni el enunciado copiado.

De repente, tocó el timbre, que indicaba el fin de la jornada, y todos se levantaron, guardaron sus útiles y se dispusieron a salir al patio para formar y retirarse.

En ese momento, Juan y Lucia empezaron a discutir, y terminaron llorando casi sin consuelo en la oficina del director. Mateo el profe y el director del colegio, trataban de ayudarlos y calmar a Juan y a Lucia que lo único que hacían era gritar: "No quiero, no puedo, equipo con vos es imposible...."

Por suerte, Vainilla andaba por ahí, recogiendo algunas flores del jardín delantero del colegio, y pudo entender que este conflicto requería de la ayuda de Nupi y Midi, porque percibía en los chicos, mucha angustia pero no podía entender el motivo. 

Nupi y Midi eran dos duendes, que trataban de ayudar a los niños a comprender los enojos y las tristezas. Junto con Alesia y Dipy, formaban parte del equipo de las EMOCIONES y su misión era ayudarlos  a poder expresarse, porque no es lo mismo sentir angustia, estar molesto, sentir miedo, o desconfianza. Todas las emociones tienen su causa, su forma, y su color....

Nupi, duende gruñón, se paró frente a Lucia, porque la niña no paraba de gritar diciendo que el equipo que le había tocado era el peor. Midi, duende melancólico,  se sentó al lado de Juan, y tomándolo de la mano le pregunto: "Juan, porque lloras de esa manera?, que es lo que te angustia tanto?, podés confiar en mi".

Juan lo miró, y le dijo que le angustiaba no poder entregar los ejercicios a tiempo, ya que su tío le había prometido llevarlo al parque siempre y cuando no tenga tarea para resolver. A Juan, le costaban un poco las matemáticas y sabia que mientras mas tiempo tardaría, menos tiempo le quedaría para entregar el trabajo.

Lucía, luego de un rato, logró confesarla a Nupi que lo que la enojaba mucho era que el profesor no la haya puesto en equipo con la mejor alumna de la clase, ya que Lucia era muy buena en matemática  y sabia que si hacía equipo con Laura, muy posiblemente ganarían el ejercicio y se llevarían el premio.

Nupi y Midi lograron entender lo que a cada uno de los niños le sucedía, y por lo tanto decidieron juntarse los 4 a conversar acerca de lo sucedido: Midi comenzó: "Juan tiene miedo de no poder entregar el trabajo a tiempo y perder la oportunidad de que su tío lo lleve a jugar al parque. En realidad no tiene problema de hacer equipo con Lucia, pero no quiere seguir perdiendo tiempo discutiendo, porque cada vez queda menos...."

"Lucia quería hacer equipo con Laura, para asegurarse que entregarían el trabajo primeras, saben que juntas son veloces y se llevan bien realizando cálculos, pero ya entendió que no siempre se puede elegir el compañero para trabajar, por lo pronto está dispuesta a intentar concentrarse y trabajar con Juan", comentó Nupi.

En ese momento los papas de Juan y Lucia llegaron a la oficina del director para retirarlos del colegio. Lucia miró a su papa y le pidió si podía invitar a Juan a su casa dado que tenían que trabajar juntos, y así sucedió.

Al día siguiente, todos los trabajos fueron entregados a tiempo y el profe realizó la corrección en conjunto con toda la clase para que todos aprendieran a resolverlo. Juan y Lucia no solo aprendieron a trabajar en equipo, sino que además empezaron a ser un poquito más amigos y le propusieron a Mateo mantener los equipos de trabajo para todos los problemas matemáticos que les quedaban por resolver en ese mes.



sábado, 30 de julio de 2022

Alesia y Dipy

Era una tarde demasiado lluviosa y gris. Pedro había estado esperando por varios días este momento, ya que su hermano mayor le había prometido llevarlo al parque a practicar futbol con sus amigos. Serían 5 o 6  en total. Ya habían pensando como organizar los juegos, y el almuerzo en forma de picnic. Estaba todo preparado!

La noche anterior, hubo una gran tormenta, mucho viento, una gran lluvia, árboles caídos y el parque inundado. Al despertarse Pedro y ver el día tan feo corrió hacia su hermano y le preguntó preocupado que pasaría con los planes que habían  tenido para él y sus amigos. Tomy, el hermano mayor, le respondió. "No te preocupes Pedro, ya he coordinado un cambio de planes para vos y tus amigos. En un rato llegarán y podrán estar juntos tal cual lo habíamos pensado."

Pedro se puso muy contento al darse cuenta que sus planes no estaban del todo arruinados, que su hermano había arreglado todo para poder disfrutar de ese día. Corrió a su cuarto, sacó la ropa del armario preparada para ser el arquero del equipo y prontamente estaba listo.

Cuando salió de su cuarto, pelota en mano, guantes puestos y le mostró a su hermano lo preparado que estaba, allí justo cuando Tomy iba a decirle algo, sonó el timbre. Eran los amigos de Pedro que llegaban para el gran día.

"Hola chicos, bienvenidos", dijo Tomy.

"Gracias por invitarnos", respondieron la mayoría felices de estar todos juntos compartiendo un gran día.

En ese momento justo cuando Pedro lanzó la pelota hacia el comedor su hermano Tomy le explicó: "Pedro, la casa es pequeña y los muebles pueden dañarse así que no van a poder jugar a la pelota tal como habíamos planeado.....". Todos los niños protestaron: "Ves Pedro, tendríamos que haber suspendido el encuentro!!!!", dijo Tomás. 

Juan, en cambio, exclamó: "Yo sabía que no iba a ser un día tan divertido como lo pensamos". Jacinto, se sentó en el piso mirando al techo.....

Pedro sacó un par de juegos pero nada les parecía divertido ni emocionante.

Por suerte, Alesia y Dipy, amigos de Vainilla y Chocolate, estaban afuera ya que habían percibido que cierto grupo de niños los necesitaban. 

Dipy dió un salto por arriba de la ventana y cayó en la rodilla de Jacinto: "Buenas buenas como andan todos por aquí?". Los niños los miraron asombrados y les explicaron que estaban aburridos y  a  pesar de estar alegres porque no se había cancelado del todo el plan, no sabían como divertirse sin jugar al futbol.

"Ese no es problema", exclamo Dipy. Quizás pueden jugar al futbol pero no de la misma forma que lo habían planeado. Alesia miró a su compañero de aventuras y se dió cuenta lo que estaba pensando. Tomo unas bolitas, tipo canicas que había en una caja y sacó unos soldaditos de madera que Tomy tenía guardados. Dipy coloco 3 soldados contra otros 3, la pelota en el medio y les explicó a los niños como armar partidos, competencias, y como hacer un gran torneo de futbol en el living de su casa.

Toda la tarde hubo risas, carcajadas, muchos goles y sobre todo, amistad y unión entre Pedro y sus amigos. Tomy los miraba muy feliz porque había podido ayudar a su hermano a llevar adelante el encuentro tan esperado.

Alesia, hada de la Alegría y Dipy, Duende de la diversión, emprendieron su regreso a casa.


domingo, 17 de julio de 2022

Las Inten-Gracias

 Era una mañana cálida y soleada en la Pradera Dulce Miel. Todos se encontraban haciendo sus tareas diarias, algunas hadas estaban recogiendo flores, otras ayudando a algún niño que lo necesitara, otras cocinando, todas muy entretenidas como era de esperarse.

Mientras tanto, en el Valle Merengue Encantado había un entrenamiento especial con tucanes y mariposas ya que los duendes serían los encargados de hacer la ceremonia de inauguración anual del "Día de Inten-Gracias". Para los que no saben, en este día se celebraba una de las ceremonias más importantes para la comunidad de duendes y hadas, quienes se preparaban todo el año para llevar a las Urnas de los deseos, intenciones y agradecimientos, todas las tarjetas que habían acumulado en ese tiempo.

Dulce de Fresa y Coco Miel eran la hadita y el duende,  guardianes de cada urna. El día de la ceremonia las recogían del Monte Silencioso y las llevaban con mucho cuidado al altar que preparaban para la celebración. Una vez terminada la fiesta, los guardianes volvían a agarrar las urnas y las dejaban nuevamente en el monte  hasta el próximo año.

Ya estaba todo preparado, Chocolate había partido con su equipo de duendes danzantes hacia el Monte Silencioso. Vainilla ya estaba en el lugar decorando cada una de las sillas y caminos con jazmines y rosas turquesas. Todos estaban muy emocionados. Dulce de Fresa y Coco Miel iban en busca de las urnas. De repente, en el silencio del monte se escuchaban voces: 

"Qué raro ese ruido, viene de las urnas" - comentó Dulce de Fresa.

"Imposible", dijo Coco Miel, "No debería haber nadie por aquí que no seamos nosotros".

Los guardianes de las urnas apuraron el paso porque se dieron cuenta que algo no andaba bien. De repente vieron salir un a un hombrecito extraño, con una bolsa gigante y detrás lo corría otro hombrecito gritando: "Ogro deja ya las urnas de las Inten-Gracias!!!!, no son nuestras, no nos pertenecen!" y el hombrecito de traje azul pegó un salto profundo y se tiro arriba del hombre gris.

"Que está pasando aquí", exclamaron juntos Dulce de Fresa y Coco Miel, interponiéndose en el camino de las dos extrañas criaturas. "Eso es nuestro, ustedes no deben estar aquí!", aclararon.

"Soy Salvador y él es Ogro, el más gruñón de toda nuestra comunidad. Vivimos en el Valle de Menta, ubicado a pocos metros de aquí. Al escuchar su celebración cada año, y oír los cantos y risas de festejo, los ogros se ponen muy gruñones y molestos, y siempre sueñan con robarles las urnas para que no exista más la celebración. El año pasado a penas finalizó el evento, Ogro y sus hermanos empezaron a planear este gran robo. Como yo me di cuenta de su plan, lo seguí para impedir que esto suceda".

Dulce de Fresa y Coco Miel miraron muy emocionados a Salvador, quien de un tirón le arrancó a Ogro la bolsa con urnas y se las devolvió a los guardianes. 

"Mi familia y yo nos aseguraremos que esto no vuelva a pasar", aclaró inmediatamente.

Ogro y Salvador se levantaron del piso y ya se disponían a retirarse cuando Coco Miel exclamó: "Por qué no se quedan?. Quizás si son parte de la ceremonia y pueden entender porque estamos contentos y festejamos, el año que viene pueda unirse toda su comunidad".

Los guardianes de las intenciones, deseos y agradecimientos habían comprendido lo que realmente sucedía, Salvador y Ogro, como el resto de la población de Valle de Menta, querían ser parte de la celebración pero no lo habían pedido de la forma más adecuada.

Esa tarde la celebración fue maravillosa como siempre, y además los duendes y hadas habían recibido con mucho amor a los nuevos integrantes. Las urnas en manos de sus guardianes emprendieron otro camino, esta vez, a un lugar mucho más especial, que el Monte Silencioso...se animan a descubrirlo?


domingo, 17 de abril de 2022

Choco-Pascuas

 Se estaban acercando las fiestas de Pascua, todos en la pradera y el valle estaban muy emocionados porque sabían que los conejos de pascuas estaban cerca. La tradición en el valle era hacer un huevo lo más grande posible para compartir con todas las hadas y los duendes el medio día del día de Pascuas. Una semana antes comenzaban a conseguir los materiales para la preparación y la decoración de los huevos pero lo más importante era la sorpresa que Vainilla y Chocolate preparaban par la fiesta.

El jueves previo al día del festejo llego Pinky, el Conejo encargado de organizar la ceremonia, todos estaban en el parque de los álamos esperando comenzar la con preparación de los huevos pero Pinky no estaba listo pues la sorpresa que había planificado no se podía llevar a cabo y necesitaba pensar quien podría este año entrar dentro del huevo gigante y sorprender a todos.

Cuando Pinky les contó a Vainilla y Chocolate lo sucedido, Chocolate gritó de repente: Yo lo Hago!, me subiré al huevo y podrán decorarlo con migo adentro, Pinky también se había ofrecido pero como el ya lo había hecho el festejo del año pasado los tres acordaron que la idea de Chocolate era la más brillante.

 Así comenzaron a poner los ingredientes en los moldes y tomaron la medida de Chocolate para hacer un huevo más gigante que el. Era jueves y antes del sábado a la media noche todo debía estar listo!

Vainilla, Chocolate y Pinky pasaron los 4 días cocinando y preparando toda la celebración ningún otro habitante de la Pradera o del Valle podía acercarse al bosque de álamos para que no descubran la gran sorpresa.

De repente, el sol salió, y el domingo de Pascuas todos los niñitos duendes y haditas debían acercarse al bosque vestidos de fiesta para una gran celebración. Vainilla los recibía en la entrada y Pincky repartía mini huevitos de chocolate blanco para los niños. Todos estaban felices pero se preguntaban quien estría esta celebración dentro del huevo ....

Pasadas un poquito de las 11 de la mañana, ya todos estaban acomodados para la gran inauguración de la Fiesta Pascual. Vainilla con la trompeta y los conejos con los tambores a la cuenta de tres gritaron todos juntos: MUY FELICES PASCUAS!!!!!! y de un golpe muy fuerte la capa superior del huevo salto con mucha energía y Chocolate salió del huevo gigante repartiendo flores de azucar y chocolates  amargos, blancos y con cereales. Toda la fiesta se volvió increíble y los duendes y hadas tuvieron una pascua muy especial.



lunes, 24 de enero de 2022

Escritura creativa 1: El cumpleaños de Chocolate!

 

Hoy es una tarde muy especial porque es el cumpleaños de Chocolate. Todos los duendes y hadas estaban invitados al festejo, cada uno debía llevar algo rico para compartir.

Cada fiesta se celebraba de una manera especial y distinta. Para esta ocasión se eligió el Arco de Otoño, que era un rincón del Valle muy especial porque en cierta época del año se llenaba de Hojas que cubrían el piso y armaban un colchón crujiente.

Para cada festejo del Valle o la Pradera, Vainilla y Chocolate le pedían ayuda a Graciela y Estela para armar el menú. Para el día de hoy habían elegido Torta de Chocolate , budines de frutilla, jugos frutales de  naranja y pera,  masitas de chocolate y alfajores de oreo, y como regalo para todos un metegol.

Además, Nina junto a sus amigas había preparado unos arreglos con globos muy coloridos y divertidos.

Todo estaba armado a la perfección para disfrutar de una gran tarde y una hermosa fiesta. De a poco empezaron a llegar los invitados, primero llegaron los duendes saltarines arriba de sus scuters dando un show de hadas. Luego llegaron las haditas tejedoras que traían muchas lanas y telas para compartir. También llegaron las brujitas con trucos y con la Hada del viento, ellas fueron las invitadas especiales. Por último, cuando ya casi no faltaba nada, llegaron Chocolate y Vainilla, con Canela y Café, porque el festival incluía a todas las mascotas de cada uno de ellos.

A medida que cada uno iba llegando elegía un rincón abajo del puente para acomodarse y disfrutar del gran banquete. Más tarde, se realizarían juegos y actividades para entretener a los más pequeños; y por último, las hadas y duendes junto a las mariposas danzantes harían un espectáculo de vuelo, luces y color.

Que lindo el festejo de cumpleaños de Chocolate!, inolvidable fiesta para todos los habitantes de la Pradera Dulce Miel y el Valle Merengue  Encantado.