martes, 9 de agosto de 2022

Nupi y Midi

 En la clase de matemática Juan y Lucia tenían que resolver un problema de sumas y restas que el profesor les había dejado como desafío. La consigna era clara, cada equipo tenía que realizar dos ejercicios, y el  que terminaba primero,  y además llegaba al resultado correcto, ganaría un premio sorpresa y un día adicional libre de juegos en el patio.

En la clase de Mateo, el profe de matemática, había 16 alumnos,  Mateo los dividió en 8 equipos de 2 personas cada uno. Al anunciar el ejercicio los niños no pudieron ponerse de acuerdo solos para formar los equipos. Los que eran mejores amigos querían estar todos juntos, pero Mateo quería que los chicos además de aprender sumas y restas, puedan formar equipos de trabajo aprendiendo a escucharse, entenderse y razonar, no siempre trabajando entre amigos, lo cual facilitaba un poco la cosa.

Luego de 15 minutos de caos, gritos, alegrías y hasta algún llanto, el profe decidió aplicar un sorteo para armar los grupos, y así fue como Juan y Lucia terminaron siendo el equipo B.

"Yo no pienso estar con él", dijo Lucia en voz alta y clara. 

"Antes de formar equipo con ella, prefiero no realizar el ejercicio", pronunció Juan, sin entender que realizar la tarea no era una opción sino una obligación.

El profe había indicado que los ejercicios podrían hacerse o bien en las horas de clase, o bien, si no finalizaban reunirse fuera del colegio  y entregarlo al día siguiente. Juan y Lucia no hicieron nada en lo poco que quedaba de clase, se la pasaron peleando y discutiendo , pasaban las horas y ellos no tenían ni el enunciado copiado.

De repente, tocó el timbre, que indicaba el fin de la jornada, y todos se levantaron, guardaron sus útiles y se dispusieron a salir al patio para formar y retirarse.

En ese momento, Juan y Lucia empezaron a discutir, y terminaron llorando casi sin consuelo en la oficina del director. Mateo el profe y el director del colegio, trataban de ayudarlos y calmar a Juan y a Lucia que lo único que hacían era gritar: "No quiero, no puedo, equipo con vos es imposible...."

Por suerte, Vainilla andaba por ahí, recogiendo algunas flores del jardín delantero del colegio, y pudo entender que este conflicto requería de la ayuda de Nupi y Midi, porque percibía en los chicos, mucha angustia pero no podía entender el motivo. 

Nupi y Midi eran dos duendes, que trataban de ayudar a los niños a comprender los enojos y las tristezas. Junto con Alesia y Dipy, formaban parte del equipo de las EMOCIONES y su misión era ayudarlos  a poder expresarse, porque no es lo mismo sentir angustia, estar molesto, sentir miedo, o desconfianza. Todas las emociones tienen su causa, su forma, y su color....

Nupi, duende gruñón, se paró frente a Lucia, porque la niña no paraba de gritar diciendo que el equipo que le había tocado era el peor. Midi, duende melancólico,  se sentó al lado de Juan, y tomándolo de la mano le pregunto: "Juan, porque lloras de esa manera?, que es lo que te angustia tanto?, podés confiar en mi".

Juan lo miró, y le dijo que le angustiaba no poder entregar los ejercicios a tiempo, ya que su tío le había prometido llevarlo al parque siempre y cuando no tenga tarea para resolver. A Juan, le costaban un poco las matemáticas y sabia que mientras mas tiempo tardaría, menos tiempo le quedaría para entregar el trabajo.

Lucía, luego de un rato, logró confesarla a Nupi que lo que la enojaba mucho era que el profesor no la haya puesto en equipo con la mejor alumna de la clase, ya que Lucia era muy buena en matemática  y sabia que si hacía equipo con Laura, muy posiblemente ganarían el ejercicio y se llevarían el premio.

Nupi y Midi lograron entender lo que a cada uno de los niños le sucedía, y por lo tanto decidieron juntarse los 4 a conversar acerca de lo sucedido: Midi comenzó: "Juan tiene miedo de no poder entregar el trabajo a tiempo y perder la oportunidad de que su tío lo lleve a jugar al parque. En realidad no tiene problema de hacer equipo con Lucia, pero no quiere seguir perdiendo tiempo discutiendo, porque cada vez queda menos...."

"Lucia quería hacer equipo con Laura, para asegurarse que entregarían el trabajo primeras, saben que juntas son veloces y se llevan bien realizando cálculos, pero ya entendió que no siempre se puede elegir el compañero para trabajar, por lo pronto está dispuesta a intentar concentrarse y trabajar con Juan", comentó Nupi.

En ese momento los papas de Juan y Lucia llegaron a la oficina del director para retirarlos del colegio. Lucia miró a su papa y le pidió si podía invitar a Juan a su casa dado que tenían que trabajar juntos, y así sucedió.

Al día siguiente, todos los trabajos fueron entregados a tiempo y el profe realizó la corrección en conjunto con toda la clase para que todos aprendieran a resolverlo. Juan y Lucia no solo aprendieron a trabajar en equipo, sino que además empezaron a ser un poquito más amigos y le propusieron a Mateo mantener los equipos de trabajo para todos los problemas matemáticos que les quedaban por resolver en ese mes.



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