Claro!, una cosa que no les he contado aún es que Vainilla se destaca por crear sus propias vinchas y adorno para su suave pelo, y la flor que prefiere para realizarlo es la flor que crece en las vainas de la planta que lleva su nombre.
Esa tarde, mientras recogía flores, escuchaba el suculento canto de los pajaritos que vivían en el bosque, y así iba paseando de un rincón a otro, disfrutando del aroma que emanaban las flores y del canto de sus amigas.
Todo parecía muy calmo cuando de repente se dió cuenta que una niña necesitaba su ayuda.
Oh!!!!, suspiró Vainilla, "justo ahora que estoy tan concentrada con mis ramos...". Pero debo ir a ayudarla y dejarle una sonrisa a esa niña que me necesita!.
Así fue como Vainilla sujetó muy fuerte sus flores, armó dos ramos atados con algunas cintas de chaucha de vainilla que encontró por allí y emprendió vuelo hacia la casa de la niña.
Pero ustedes se preguntarán: ¿Como Vainilla se dió cuenta que una niña la estaba necesitando....?
Oh!!!!, suspiró Vainilla, "justo ahora que estoy tan concentrada con mis ramos...". Pero debo ir a ayudarla y dejarle una sonrisa a esa niña que me necesita!.
Así fue como Vainilla sujetó muy fuerte sus flores, armó dos ramos atados con algunas cintas de chaucha de vainilla que encontró por allí y emprendió vuelo hacia la casa de la niña.
Pero ustedes se preguntarán: ¿Como Vainilla se dió cuenta que una niña la estaba necesitando....?
Luego de volar un rato largo llegó a la casa de la niña y descendió primero al parque en donde encontró una ventana semiabierta.
De a poquito metió un piecito, luego el otro, y dando un saltito muy suave enseguida se posó en la pierna de la niña que estaba sentada sobre su camita mirando un florero de flores marchitas.
-"Hola, soy Vainilla y vengo a regalarte una sonrisa!", le dijo a la niña.
-"Hola, soy Nina", la niña le respondió y enseguida comentó:
-"Estoy muy triste y tu no puedes ayudarme por más que me regales una sonrisa".
Vainilla le preguntó cual era su problema, por qué estaba tan triste, siendo una niña tan bonita.
La niña le explicó que hoy era el cumpleaños de su mamá y mientras ella se bañaba, Nina había estado recogiendo flores del jardín para preparale un ramo y las había dejado en un florero junto a la ventana mientras buscaba los otros elementos que necesitaba para decorarlo.

Vainilla escucho el relato de Nina con atención y le dijo: "Nina no te preocupes, te propongo que tomes uno de esos ramos de flores que he estado recogiendo para mis hebillas y adornos y con ellas prepares el ramo para tu mamá". "Puedes decorarlo y quedará bellísimo para que se lo regales".
Nina miró los ojitos de Vainilla que se transformaban de agua marina a color café y sonriendo muy fuerte le dijo: "Gracias Vainilla, tu sí que me has alegrado la tarde. Que tal si me ayudas a preparar el ramo?".
Y así, juntas, Vainilla y Nina se divirtieron perfumadas y coloridas y crearon los más hermosos ramos de flores con mucho, muchisimo, amor.