Era uno de los eventos más importantes del Valle Merengue Encantado, el "Festival Mascotero de Otoño". En él, todos los duendes y hadas lugareños presentaban a sus mascotas, y contaban una anécdota divertida con cada uno de ellos. Era un día en donde todos, absolutamente todos, dejaban sus quehaceres para dedicarles un día completo a sus compañeros eternos, de aventura; a aquellos seres increíbles que siempre están con nosotros cuando los necesitamos.
Vainilla y Chocolate todos los años esperaban con mucha emoción ese día porque presentaban con gran entusiasmo las divertidas aventuras vividas con Canela, y Café.
Canela es la conejita más saltarina de Pradera Dulce Miel, es famosa en la aldea porque ama comer margaritas y manzanas, y lamentablemente, detesta las zanahorias.
Llegó a la vida de Vainilla cuando era a penas una niña de 2 años, y desde ese instante han sido compañeras inseparables día y noche, noche y día. Cada mañana al despertar, mientras Vainilla desayunaba, Canela preparaba su ágil cuerpito para ir a recoger flores a la pradera. Mientras Vainilla recogía Rosas, Gerberas y Liriums para sus lazos y accesorios, Canela se deleitaba con algunos tallos de Margaritas que Vainilla recogía para su Madre. Desde esos paseos, que daban de pequeñas, Canela eligió a dicha flor como su banquete preferido.
Café es el perro más fiel y guardián del Valle. Chocolate es su dueño pero Café es el encargado de custodiar y proteger la aldea y a todos sus habitantes. Es muy atento y fortachón, y le encantan las largas caminatas mientras su dueño, el duende más inquieto de todos los tiempos, recorre el Valle en busca de más aventuras. Café también llegó a la vida de Chocolate cuando él era un bebe, y desde ese momento, lo protege sin despegarse ni un solo segundo.
El día del Festival, Vainilla y Chocolate habían decidido contar como anécdotas en esa oportunidad, el origen de los nombres de sus mascotas.
Vainilla comenzó: -"Cuando tenía 2 años, una tarde de primavera en la que estaba al cuidado de mi abuela, ella se encontraba cocinando sus deliciosos rolls de Canela y Cacao. Yo estaba en la cocina, y aunque mis recuerdos son escasos, mi madre siempre me cuenta con alegría aquel momento. Mi abuela estaba muy concentrada haciendo la masa mientras yo jugaba con mi hermana mayor. Mamá y Papá habían salido, yo no sabía bien a hacer que.
Luego de un rato largo con la mezcla en mano, mi abuela se dió cuenta que para terminar sus pasteles le hacia falta el principal ingrediente..... Ýo estaba muy preocupada porque quería tomar la merienda con los riquísimos rolls de Canela de la abuela.
Había pasado un tiempo ya, la masa se estaba horneando, cuando mamá y papá entraron de repente a la cocina (habían vuelto pero nadie había advertido que ya se encontraban otra vez en casa). Al darme cuenta, dicen todos que yo exclamé: Trajeron Canela!!!! y en ese instante una hermosa coneja color te con leche saltó de la caja que papá tenía en brazos..."
Aquella tarde los rolls se convirtieron en Medias Lunas pero una nueva integrante llego para quedarse.
Chocolate ansioso y emocionado relató a continuación: -"Lo nuestro es más simple, Café nació el mismo día que yo, cuenta mi familia. Sus padres eran los perros guardianes del Valle, y ahora el nos cuida a todos. Su nombre casi lo eligió solito, a las poquitas horas de nacer, buscando un lugar calentito donde dormir, llegó a nuestra cocina y se acurrucó en el saco de la tonelada de café molido que papa siempre se encargada de despachar a todas las familias de la aldea.
Esa noche tampoco hubo despacho, pero Café quedó en nuestra familia y en nuestro corazón para siempre...."
Así el festival llego a su fin, luego de un día inolvidable de aventuras, anécdotas y sobre todo mucho amor dedicado a los amigos más fieles, y más adorables. Vainilla y Canela regresaron a su hogar y se despidieron de sus amigos hasta la próxima aventura.
domingo, 26 de julio de 2020
sábado, 6 de junio de 2020
7. Un remolino de otra tierra...BIM BOM BIN
Vainilla y Chocolate iban al bosque encantado como siempre a pasear. Estaban muy entretenidos jugando con las mariposas y no se dieron cuenta que estaba oscureciendo. Vainilla se alejo un momento porque había detrás de uno de los arbustos algo rojo que le llamaba la atención: "Chocolate, estas viendo lo mismo que yo?", dijo Vainilla.
Chocolate levantó la mirada y SAS!, unas brujitas revoltosas estaban jugando y haciendo remolinos con todas las hojas de otoño que había en el bosque. Tan grande lo hicieron que el remolino envolvió al hada y al duende y también a las mariposas, y todos juntos comenzaron una aventura distinta.
En menos de un segundo Vainilla, Chocolate, las mariposas y las brujitas llegaban en una tierra lejana, extraña, un tanto fria, como nevada pero muy alegre. El remolino terminó y cuando todos tocaron tierra apareció ella..."La Brujita Reina de la Nieve".
"Hola, como están?", comentó la Reina, yo los conozco a ustedes....
"Hola", respondieron Vainilla y Chocolate. ¿Quién eres tu?, ¿Donde estamos?.
"En el Patio de mi Palacio, vengan, vayamos por aqui, para que no tengan frio. Mi Tierra suele ser un poco mas helada que donde viven ustedes".
Chocolate levantó la mirada y SAS!, unas brujitas revoltosas estaban jugando y haciendo remolinos con todas las hojas de otoño que había en el bosque. Tan grande lo hicieron que el remolino envolvió al hada y al duende y también a las mariposas, y todos juntos comenzaron una aventura distinta.
En menos de un segundo Vainilla, Chocolate, las mariposas y las brujitas llegaban en una tierra lejana, extraña, un tanto fria, como nevada pero muy alegre. El remolino terminó y cuando todos tocaron tierra apareció ella..."La Brujita Reina de la Nieve".
"Hola, como están?", comentó la Reina, yo los conozco a ustedes....
"Hola", respondieron Vainilla y Chocolate. ¿Quién eres tu?, ¿Donde estamos?.
"En el Patio de mi Palacio, vengan, vayamos por aqui, para que no tengan frio. Mi Tierra suele ser un poco mas helada que donde viven ustedes".
La Brujita Reina los llevó hacia dentro de un lugar muy cálido en el medio del valle nevado.
"Este es nuestro reino, somos las brujitas heladas del Norte, no nos conocían?"
"mmm....alguna vez oí a alguno de los niños que visitamos decir que una brujita había aparecido en su sueño y había provocado la mas dulce de sus carcajadas", dijo Chocolate.
"Claro, Nina también me contó que una noche soño con un lugar helado pero muy hermoso", comentó Vainilla.
"Eramos nosotras", dijeron las brujitas. "En realidad estamos muy cerca del Valle Encantado, pero tratamos de aparecer solo en los sueños de los niños para que pasen una noche divertida y sobre todo con muchas risas...", explicaron las brujitas.
"Que gusto conocerlas", exclamó Vainilla, "pero debemos volver porque ha oscurecido y tenemos que llegar a tiempo para la cena en nuestros hogares".
"Otro día podemos visitarlas y compartir historias de nuestros mejores amigos, los niños de nuestras tierras", dijo Chocolate.
"¿Pero como volveremos?, no sabemos como tomar el camino de regreso."
La Reina Brujita saco de su bolsillo la brujula nevada con la que siempre orientaba a sus visitantes a tomar en remolino correcto para volver.
"Agarrense de las manos, sujetense fuerte y... BIM BOM BIM que este festín vuelva a surgir pero ahora a su casa regresar para juntos poder cenar", y la Brujita sacudió la brujula con mucha fuerza.
Un remolino gigante de color blanco los envolvió y en un minuto cayeron como un arco iris de color en el lugar del Valle en donde habían estado antes.
"Que linda experiencia conocer nuevos amigos", exclamó Vainilla!
"Si!, y otras tierras...", comentó Chocolate.
"En cualquier momento volveremos a visitarlas....", pensaron juntos.
Y así otro días en la vida de Vainilla y Chocolate transcurrió lleno de diversión.
"mmm....alguna vez oí a alguno de los niños que visitamos decir que una brujita había aparecido en su sueño y había provocado la mas dulce de sus carcajadas", dijo Chocolate.
"Claro, Nina también me contó que una noche soño con un lugar helado pero muy hermoso", comentó Vainilla.
"Eramos nosotras", dijeron las brujitas. "En realidad estamos muy cerca del Valle Encantado, pero tratamos de aparecer solo en los sueños de los niños para que pasen una noche divertida y sobre todo con muchas risas...", explicaron las brujitas.
"Que gusto conocerlas", exclamó Vainilla, "pero debemos volver porque ha oscurecido y tenemos que llegar a tiempo para la cena en nuestros hogares".
"Otro día podemos visitarlas y compartir historias de nuestros mejores amigos, los niños de nuestras tierras", dijo Chocolate.
"¿Pero como volveremos?, no sabemos como tomar el camino de regreso."
La Reina Brujita saco de su bolsillo la brujula nevada con la que siempre orientaba a sus visitantes a tomar en remolino correcto para volver.
"Agarrense de las manos, sujetense fuerte y... BIM BOM BIM que este festín vuelva a surgir pero ahora a su casa regresar para juntos poder cenar", y la Brujita sacudió la brujula con mucha fuerza.
Un remolino gigante de color blanco los envolvió y en un minuto cayeron como un arco iris de color en el lugar del Valle en donde habían estado antes.
"Que linda experiencia conocer nuevos amigos", exclamó Vainilla!
"Si!, y otras tierras...", comentó Chocolate.
"En cualquier momento volveremos a visitarlas....", pensaron juntos.
Y así otro días en la vida de Vainilla y Chocolate transcurrió lleno de diversión.
viernes, 10 de abril de 2020
6. Chocolate quiere volar - Parte 2
...Luego de caminar casi toda la mañana, Chocolate llegó a las puertas del Prado Fantasía de Color y comenzó a maravillarse con todo lo que allí había. Arboles frondosos de color fucsia y turquesa con troncos marrones y anaranjados. El césped cambiaba de un rosa chicle a un rosa cada vez más pastel. Las flores eran de todo tipo, color y tamaño, tallos altos y pétalos enormes.
Al ingresar a la pradera comenzó a buscar lo que el estaba necesitando, las grandes mariposas que podían cargarlo para darle un paseo. Al doblar justo en la esquina, paseando por los caminos de doradas palmeras, de repente, ahí las vio...
Hermosas, brillantes, de diversos tamaños y magníficos colores, todas posando en plantas, palmeras o piedras.
"Hola!, soy Nala, la líder de este grupo, tu que buscas por aquí?. ¿Necesitas algo en particular o solo esta dando un paseo?".
-"Bueno, en realidad ni una cosa ni otra", respondió Chocolate un poco avergonzado. "Vine porque hoy me levanté con muchas ganas de hacer algo distinto, de lo que hago habitualmente, y se me ocurrió que quizás podría volar".
-"Volar?, preguntó Nala..."Pero tu no tienes alas, no eres un Hada...".
-"Y, no....", dijo Chocolate. " Por eso he venido hasta aquí. Se me ocurrió que quizás alguna de ustedes podría darme un paseo cortito".
Nala lo miró y se quedó pensando por qué el pelo de Chocolate cambiaba de un color marrón a un color anaranjado.
-"OH!, que le pasa a tu cabello?", preguntó de inmediato la Líder de todas la mariposas.
-"OH!, NO!,", exclamó Chocolate!, un niño necesita mi ayuda...! " Justo ahora que he venido hasta aquí y que tenía ganas de volar!, y ahora tengo que irme".
-"Súbete arriba mio, y yo con gusto te llevaré a la casa de ese niño que necesita tu ayuda", le propuso Nala.
Inmediatamente Chocolate dio un salto y se posó por encima de la gigante y amable mariposa, juntos emprendieron un gran paseo sobrevolando la colorida pradera y Chocolate pudo llegar sin problemas a la casa del niño que tanto lo esperaba.
Al ingresar a la pradera comenzó a buscar lo que el estaba necesitando, las grandes mariposas que podían cargarlo para darle un paseo. Al doblar justo en la esquina, paseando por los caminos de doradas palmeras, de repente, ahí las vio...
Hermosas, brillantes, de diversos tamaños y magníficos colores, todas posando en plantas, palmeras o piedras.
"Hola!, soy Nala, la líder de este grupo, tu que buscas por aquí?. ¿Necesitas algo en particular o solo esta dando un paseo?".
-"Bueno, en realidad ni una cosa ni otra", respondió Chocolate un poco avergonzado. "Vine porque hoy me levanté con muchas ganas de hacer algo distinto, de lo que hago habitualmente, y se me ocurrió que quizás podría volar".
-"Volar?, preguntó Nala..."Pero tu no tienes alas, no eres un Hada...".
-"Y, no....", dijo Chocolate. " Por eso he venido hasta aquí. Se me ocurrió que quizás alguna de ustedes podría darme un paseo cortito".
Nala lo miró y se quedó pensando por qué el pelo de Chocolate cambiaba de un color marrón a un color anaranjado.
-"OH!, que le pasa a tu cabello?", preguntó de inmediato la Líder de todas la mariposas.
-"OH!, NO!,", exclamó Chocolate!, un niño necesita mi ayuda...! " Justo ahora que he venido hasta aquí y que tenía ganas de volar!, y ahora tengo que irme".
-"Súbete arriba mio, y yo con gusto te llevaré a la casa de ese niño que necesita tu ayuda", le propuso Nala.
Inmediatamente Chocolate dio un salto y se posó por encima de la gigante y amable mariposa, juntos emprendieron un gran paseo sobrevolando la colorida pradera y Chocolate pudo llegar sin problemas a la casa del niño que tanto lo esperaba.
sábado, 4 de abril de 2020
5. Chocolate quiere volar - Parte 1
Chocolate se había levantado muy inquieto esa mañana. Tenía muchas ganas de hacer algo distinto...algo que de verdad le resultara divertido. Esa mañana ya había salido a andar en monopatín por las calles de lenguetazos escurridizos, ya había trepado por las lianas de gomitas abrillantadas y había hecho surf por el merengue italiano sabor a frutilla de la zona montañosa de los lagos de queso.
Todo lo había hecho y todavía quería seguir explorando nuevas sensaciones.
Mientras se preparaba su chocolate caliente para ir al pico mas montañoso del valle a pensar, trataba de recordar cual de todas las diversiones que le proponía a los niños cuando lo necesitaban podría utilizar para divertirse el mismo.
Cuando su chocolate estaba espumoso, calentito y listo para tomar, apoyo en su canastita su tasa, su termo y tomó un alfajor de fresa que algún niño le había regalado en forma de agradecimiento por su ayuda.
Una vez sentado en el pico montañoso, mientras desayunaba feliz y relajado, empezó a pensar: "Ya se!, puedo jugar a perseguir liebres de masa pan por el bosque...". "A no!, eso lo hice hace dos semanas...". "Ya se!, puedo armar formas de madera para los vecinos del valle!". A no, eso lo hice hace 5 días.
"Ya se!, puedo perseguir hormigas y gusanos, ayudándolos a construir sus refugios y cuevitas bajo tierra". "Podría traer mi lupa, mis herramientas...."
Y de repente al levantar la mirada, vió que Vainilla paseaba volando y al verlo le dijo: ´"Hola Chocolate!!!!!, hoy estoy muy apurada!!!....nos vemos más tarde".
En ese momento se dio cuenta extrañamente de lo que quería!, de lo que tenía ganas de hacer!!!. Chocolate quería volar!, tal cual como Vainilla lo hacía. Pero había un problema...Vainilla tenía alas, porque era un hada, en cambio Chocolate no podía hacerlo por si solo.
Al principio se desilusionó pero después se acordó que en el último valle del Prado Dulce Miel, donde vive Vainilla, se encontraba el Prado Fantasía de Color, un lugar único por los colores tan brillantes de sus plantas y flores, habitado por mariposas gigantes que podrían darle un hermoso paseo.
Chocolate emprendió su camino hacia allí, la distancia no era demasiada así que sabía que le quedaba muy poquito tiempo para emprender su próxima aventura.
Continuará...
Todo lo había hecho y todavía quería seguir explorando nuevas sensaciones.
Mientras se preparaba su chocolate caliente para ir al pico mas montañoso del valle a pensar, trataba de recordar cual de todas las diversiones que le proponía a los niños cuando lo necesitaban podría utilizar para divertirse el mismo.
Cuando su chocolate estaba espumoso, calentito y listo para tomar, apoyo en su canastita su tasa, su termo y tomó un alfajor de fresa que algún niño le había regalado en forma de agradecimiento por su ayuda.
Una vez sentado en el pico montañoso, mientras desayunaba feliz y relajado, empezó a pensar: "Ya se!, puedo jugar a perseguir liebres de masa pan por el bosque...". "A no!, eso lo hice hace dos semanas...". "Ya se!, puedo armar formas de madera para los vecinos del valle!". A no, eso lo hice hace 5 días.
"Ya se!, puedo perseguir hormigas y gusanos, ayudándolos a construir sus refugios y cuevitas bajo tierra". "Podría traer mi lupa, mis herramientas...."
Y de repente al levantar la mirada, vió que Vainilla paseaba volando y al verlo le dijo: ´"Hola Chocolate!!!!!, hoy estoy muy apurada!!!....nos vemos más tarde".
En ese momento se dio cuenta extrañamente de lo que quería!, de lo que tenía ganas de hacer!!!. Chocolate quería volar!, tal cual como Vainilla lo hacía. Pero había un problema...Vainilla tenía alas, porque era un hada, en cambio Chocolate no podía hacerlo por si solo.
Al principio se desilusionó pero después se acordó que en el último valle del Prado Dulce Miel, donde vive Vainilla, se encontraba el Prado Fantasía de Color, un lugar único por los colores tan brillantes de sus plantas y flores, habitado por mariposas gigantes que podrían darle un hermoso paseo.
Chocolate emprendió su camino hacia allí, la distancia no era demasiada así que sabía que le quedaba muy poquito tiempo para emprender su próxima aventura.
Continuará...
domingo, 29 de marzo de 2020
4. Vainilla en una tarde Florida
Vainilla estaba recogiendo flores en un bosquecito muy cercano a su casa. Era una tarde cálida y soleada, y por eso había decidido salir a pasear. Las flores eran para decorar su propio jardín y para diseñar más accesorios para sus peinados.
Claro!, una cosa que no les he contado aún es que Vainilla se destaca por crear sus propias vinchas y adorno para su suave pelo, y la flor que prefiere para realizarlo es la flor que crece en las vainas de la planta que lleva su nombre.
Esa tarde, mientras recogía flores, escuchaba el suculento canto de los pajaritos que vivían en el bosque, y así iba paseando de un rincón a otro, disfrutando del aroma que emanaban las flores y del canto de sus amigas.
Luego de volar un rato largo llegó a la casa de la niña y descendió primero al parque en donde encontró una ventana semiabierta.
De a poquito metió un piecito, luego el otro, y dando un saltito muy suave enseguida se posó en la pierna de la niña que estaba sentada sobre su camita mirando un florero de flores marchitas.
-"Hola, soy Vainilla y vengo a regalarte una sonrisa!", le dijo a la niña.
-"Hola, soy Nina", la niña le respondió y enseguida comentó:
-"Estoy muy triste y tu no puedes ayudarme por más que me regales una sonrisa".
Vainilla le preguntó cual era su problema, por qué estaba tan triste, siendo una niña tan bonita.
La niña le explicó que hoy era el cumpleaños de su mamá y mientras ella se bañaba, Nina había estado recogiendo flores del jardín para preparale un ramo y las había dejado en un florero junto a la ventana mientras buscaba los otros elementos que necesitaba para decorarlo.
Nina estaba triste porque al volver al cuarto notó un calor agobiante y al mirar las flores se dió cuenta que se habían marchitado.
Vainilla escucho el relato de Nina con atención y le dijo: "Nina no te preocupes, te propongo que tomes uno de esos ramos de flores que he estado recogiendo para mis hebillas y adornos y con ellas prepares el ramo para tu mamá". "Puedes decorarlo y quedará bellísimo para que se lo regales".
Nina miró los ojitos de Vainilla que se transformaban de agua marina a color café y sonriendo muy fuerte le dijo: "Gracias Vainilla, tu sí que me has alegrado la tarde. Que tal si me ayudas a preparar el ramo?".
Y así, juntas, Vainilla y Nina se divirtieron perfumadas y coloridas y crearon los más hermosos ramos de flores con mucho, muchisimo, amor.
Claro!, una cosa que no les he contado aún es que Vainilla se destaca por crear sus propias vinchas y adorno para su suave pelo, y la flor que prefiere para realizarlo es la flor que crece en las vainas de la planta que lleva su nombre.
Esa tarde, mientras recogía flores, escuchaba el suculento canto de los pajaritos que vivían en el bosque, y así iba paseando de un rincón a otro, disfrutando del aroma que emanaban las flores y del canto de sus amigas.
Todo parecía muy calmo cuando de repente se dió cuenta que una niña necesitaba su ayuda.
Oh!!!!, suspiró Vainilla, "justo ahora que estoy tan concentrada con mis ramos...". Pero debo ir a ayudarla y dejarle una sonrisa a esa niña que me necesita!.
Así fue como Vainilla sujetó muy fuerte sus flores, armó dos ramos atados con algunas cintas de chaucha de vainilla que encontró por allí y emprendió vuelo hacia la casa de la niña.
Pero ustedes se preguntarán: ¿Como Vainilla se dió cuenta que una niña la estaba necesitando....?
Oh!!!!, suspiró Vainilla, "justo ahora que estoy tan concentrada con mis ramos...". Pero debo ir a ayudarla y dejarle una sonrisa a esa niña que me necesita!.
Así fue como Vainilla sujetó muy fuerte sus flores, armó dos ramos atados con algunas cintas de chaucha de vainilla que encontró por allí y emprendió vuelo hacia la casa de la niña.
Pero ustedes se preguntarán: ¿Como Vainilla se dió cuenta que una niña la estaba necesitando....?
Luego de volar un rato largo llegó a la casa de la niña y descendió primero al parque en donde encontró una ventana semiabierta.
De a poquito metió un piecito, luego el otro, y dando un saltito muy suave enseguida se posó en la pierna de la niña que estaba sentada sobre su camita mirando un florero de flores marchitas.
-"Hola, soy Vainilla y vengo a regalarte una sonrisa!", le dijo a la niña.
-"Hola, soy Nina", la niña le respondió y enseguida comentó:
-"Estoy muy triste y tu no puedes ayudarme por más que me regales una sonrisa".
Vainilla le preguntó cual era su problema, por qué estaba tan triste, siendo una niña tan bonita.
La niña le explicó que hoy era el cumpleaños de su mamá y mientras ella se bañaba, Nina había estado recogiendo flores del jardín para preparale un ramo y las había dejado en un florero junto a la ventana mientras buscaba los otros elementos que necesitaba para decorarlo.

Vainilla escucho el relato de Nina con atención y le dijo: "Nina no te preocupes, te propongo que tomes uno de esos ramos de flores que he estado recogiendo para mis hebillas y adornos y con ellas prepares el ramo para tu mamá". "Puedes decorarlo y quedará bellísimo para que se lo regales".
Nina miró los ojitos de Vainilla que se transformaban de agua marina a color café y sonriendo muy fuerte le dijo: "Gracias Vainilla, tu sí que me has alegrado la tarde. Que tal si me ayudas a preparar el ramo?".
Y así, juntas, Vainilla y Nina se divirtieron perfumadas y coloridas y crearon los más hermosos ramos de flores con mucho, muchisimo, amor.
jueves, 26 de marzo de 2020
3. Un bastón particular
Pedro era el mas pequeño de los nietos de Silvio y Ana, dos abuelitos muy amorosos cuya casa estaba muy cerca de la Pradera Dulce Miel, casi donde se une con Valle Merengue Encantado.
Silvio y Ana siempre jugaban con sus nietos y les contaban las memorables leyendas que ellos sabían acerca de Vainilla y Chocolate.
En realidad, estos dos abuelitos nunca habían visto realmente ni al hada ni al duende, pero en su pueblo se conocían numerosas historias que ellos repetían una y otra vez.
Silvio hacia un año que se había caído en el bosque mientras jugaba y recogía leña junto a Pedro y al resto de sus nietos. Desde ese entonces usaba un lindo bastón que los papas de Pedro le habían tallado, barnizado y decorado.
Pedro siempre acostumbraba a quedarse a dormir en la casa de Silvio y Ana, adoraba los chocolates calientes que le preparaban en las meriendas y las tortas fritas caseras para los desayunos.
Esa mañana, Pedro le había pedido a su abuelo que le ayudara a perseguir mariposas fuera de la casa. a Pedro le encantaba jugar a que las mariposas huían de su lado y el con una red trataba de atraparlas, pero si llegaba a agarrar alguna enseguida la dejaba en libertad.
Cuando salieron de la casa vieron tantas mariposas de color azul, rojo, dorado, verde, turquesa, tantas tantas que Pedro no se pudo contener y salió corriendo tras ellas. Silvio, al querer alcanzarlo dio dos pasos, piso una rama que estaba suelta sobre el barro y sin querer trastabillo. Por mas que trato de hacer mucho esfuerzo para no caerse sujeto fuerte su bastón contra el suelo duro de su jardín y el bastón estallo en mil pedacitos. Silvio cayó sentado al piso.
Pedro enseguida fue corriendo a buscarlo, apenas lo pudo ayudar a levantarse, y lo sentó sobre un banquito que estaba en la galería a la salida de su casa.
Por suerte, esa mañana nuestros amigos Vainilla y Chocolate estaban dando un paseo juntos por el Valle porque recién habían terminado la asamblea mensual de Hadas y Duendes, que en otro relato de estas historias, les contare de que se trata.
Vainilla estaba ayudando a Chocolate a decidir que nueva diversión proponía para el festival del Color que se aproximaba, cuando de repente sintió ese cosquilleo en sus parpados y sus ojos se volvieron celestes.
Por suerte Chocolate conocía a Pedro y a su familia, porque en varias oportunidades había tenido que proponerle alguna diversión familiar.
Chocolate le dijo a Vainilla que la casa era muy cerca así que juntos se dirigieron para allí. Al llegar vieron a Pedro muy preocupado junto a su abuelo. -Hola Pedro que sucedió?-, pregunto Chocolate.
-Mi abuelo se ha caído, se le ha roto el bastón y a penas pude ayudar a pararlo. Dijo Pedro muy triste.-
Vainilla le respondió:-No te preocupes Pedro, justo hemos traído unas vainas de Vainilla ahumadas y unos cubanitos de Chocolate amargo. Con esto y un poco de nuestra magia, le haremos el mejor bastón que tu abuelo pueda tener.- Así, en cinco minutos Silvio tuvo un nuevo y mágico bastón, que utilizaría a partir de ahora.
-Gracias!, contestaron Silvio y Pedro con mucha alegría, pero los ojos de Vainilla seguían celestes y el pelo pelirrojo de Chocolate se había vuelto marrón.
-Que ocurre?- pregunto Chocolate. –Porque estas triste y aburrido si ya hemos solucionado el problema de la caída de tu abuelito?-
-Pedro respondió- estoy aburrido y triste porque las mariposas se han ido y yo no he podido jugar. Chocolate le respondió:- se han ido las mariposas pero con estas gotas de caramelo de miel suave que te daré seguro que puedes lograr que todos los insectos del jardín vengan a ti. Una vez que todos estén cerca podrás sacar tu lupa y observar a todos los insectos encantados de este bosque.
Y así Pedro tomo los caramelos y muy pronto se dispuso a jugar con el abuelo otra vez.
Vainilla, ya con sus ojitos color café, y Chocolate, con su pero anaranjado, volvieron a su hogar a continuar con la organización de su festival tan soñado.
Silvio y Ana siempre jugaban con sus nietos y les contaban las memorables leyendas que ellos sabían acerca de Vainilla y Chocolate.
En realidad, estos dos abuelitos nunca habían visto realmente ni al hada ni al duende, pero en su pueblo se conocían numerosas historias que ellos repetían una y otra vez.
Silvio hacia un año que se había caído en el bosque mientras jugaba y recogía leña junto a Pedro y al resto de sus nietos. Desde ese entonces usaba un lindo bastón que los papas de Pedro le habían tallado, barnizado y decorado.
Pedro siempre acostumbraba a quedarse a dormir en la casa de Silvio y Ana, adoraba los chocolates calientes que le preparaban en las meriendas y las tortas fritas caseras para los desayunos.
Esa mañana, Pedro le había pedido a su abuelo que le ayudara a perseguir mariposas fuera de la casa. a Pedro le encantaba jugar a que las mariposas huían de su lado y el con una red trataba de atraparlas, pero si llegaba a agarrar alguna enseguida la dejaba en libertad.
Cuando salieron de la casa vieron tantas mariposas de color azul, rojo, dorado, verde, turquesa, tantas tantas que Pedro no se pudo contener y salió corriendo tras ellas. Silvio, al querer alcanzarlo dio dos pasos, piso una rama que estaba suelta sobre el barro y sin querer trastabillo. Por mas que trato de hacer mucho esfuerzo para no caerse sujeto fuerte su bastón contra el suelo duro de su jardín y el bastón estallo en mil pedacitos. Silvio cayó sentado al piso.
Pedro enseguida fue corriendo a buscarlo, apenas lo pudo ayudar a levantarse, y lo sentó sobre un banquito que estaba en la galería a la salida de su casa.
Por suerte, esa mañana nuestros amigos Vainilla y Chocolate estaban dando un paseo juntos por el Valle porque recién habían terminado la asamblea mensual de Hadas y Duendes, que en otro relato de estas historias, les contare de que se trata.
Vainilla estaba ayudando a Chocolate a decidir que nueva diversión proponía para el festival del Color que se aproximaba, cuando de repente sintió ese cosquilleo en sus parpados y sus ojos se volvieron celestes.
Por suerte Chocolate conocía a Pedro y a su familia, porque en varias oportunidades había tenido que proponerle alguna diversión familiar.
Chocolate le dijo a Vainilla que la casa era muy cerca así que juntos se dirigieron para allí. Al llegar vieron a Pedro muy preocupado junto a su abuelo. -Hola Pedro que sucedió?-, pregunto Chocolate.

Vainilla le respondió:-No te preocupes Pedro, justo hemos traído unas vainas de Vainilla ahumadas y unos cubanitos de Chocolate amargo. Con esto y un poco de nuestra magia, le haremos el mejor bastón que tu abuelo pueda tener.- Así, en cinco minutos Silvio tuvo un nuevo y mágico bastón, que utilizaría a partir de ahora.
-Gracias!, contestaron Silvio y Pedro con mucha alegría, pero los ojos de Vainilla seguían celestes y el pelo pelirrojo de Chocolate se había vuelto marrón.
-Que ocurre?- pregunto Chocolate. –Porque estas triste y aburrido si ya hemos solucionado el problema de la caída de tu abuelito?-
-Pedro respondió- estoy aburrido y triste porque las mariposas se han ido y yo no he podido jugar. Chocolate le respondió:- se han ido las mariposas pero con estas gotas de caramelo de miel suave que te daré seguro que puedes lograr que todos los insectos del jardín vengan a ti. Una vez que todos estén cerca podrás sacar tu lupa y observar a todos los insectos encantados de este bosque.
Y así Pedro tomo los caramelos y muy pronto se dispuso a jugar con el abuelo otra vez.
Vainilla, ya con sus ojitos color café, y Chocolate, con su pero anaranjado, volvieron a su hogar a continuar con la organización de su festival tan soñado.
lunes, 23 de marzo de 2020
2. Conociendo a Chocolate
Chocolate es el duende mas divertido del Valle Merengue Encantado.
A Chocolate le gustan las aventuras, por eso es el encargado de crear momentos de diversión para los niños y niñas que lo necesitan.
Se pasa el día jugando por los volcanes de chocolate y esquiando sobre el dulce de leche que emerge de las montañas mas altas de la cadena montañosa que rodea el valle. Por las mañanas, sale a recorrer el valle en su monopatín y ayuda al resto de los duendes a cuidar los parques, los bosques y todos los espacios naturales del lugar. Por las tardes, se dedica a sus grandes aventuras.
A Chocolate le gustan las aventuras, por eso es el encargado de crear momentos de diversión para los niños y niñas que lo necesitan.
Se pasa el día jugando por los volcanes de chocolate y esquiando sobre el dulce de leche que emerge de las montañas mas altas de la cadena montañosa que rodea el valle. Por las mañanas, sale a recorrer el valle en su monopatín y ayuda al resto de los duendes a cuidar los parques, los bosques y todos los espacios naturales del lugar. Por las tardes, se dedica a sus grandes aventuras.
Chocolate, al igual que todos nosotros, también es especial, como vos, como yo, y como cada uno de nosotros; pero, este duende, tiene algo que lo hace aun mas mágico. Su piel es color te con leche, y su pelo suele ser de un pelirrojo anaranjado intenso y brillante, hasta que un niño o una niña se siente aburrido, y ahí es cuando el pelo de Chocolate se torna un tanto marrón oscuro, como el mas rico chocolate con leche de la mas prestigiosa fabrica del Valle.
Chocolate es muy amigo de Vainilla, juntos comparten emociones y aventuras, y lo mas importante, es que juntos reparten alegría y diversión a todos los niños del mundo.
Te animas a seguir descubriendo a Chocolate?
Chocolate es muy amigo de Vainilla, juntos comparten emociones y aventuras, y lo mas importante, es que juntos reparten alegría y diversión a todos los niños del mundo.
Te animas a seguir descubriendo a Chocolate?
1. Conociendo a Vainilla
Vainilla es una Hada muy especial. Es única, como cada uno de nosotros en realidad.
Vive en la Pradera Dulce Miel, que es un lugar increíble por su extremada dulzura y calidez.
Vainilla es el hada encargada de repartir sonrisas a todo aquel niño o niña que necesite una.
Esa es su misión y la lleva adelante con gran entusiasmo. Ella tiene un secreto que asombra a todo aquel que la conoce.

Vive en la Pradera Dulce Miel, que es un lugar increíble por su extremada dulzura y calidez.
Vainilla es el hada encargada de repartir sonrisas a todo aquel niño o niña que necesite una.
Esa es su misión y la lleva adelante con gran entusiasmo. Ella tiene un secreto que asombra a todo aquel que la conoce.

Si tuviera que describir a Vainilla, diría que su piel es blanca como el algodón, su pelo de un color
amarillo vainilla muy pálido y sus ojos….ahí esta su gran tesoro.
Por lo general, sus ojos son color café, de un marrón intenso y profundo, pero cuando algún niño o
niña necesita alguna sonrisa, Vainilla se da cuenta porque siente un cosquilleo en sus parpados y de
repente sus ojos se vuelven color verde agua marina.
En este pequeño libro de relatos encontraremos muchas mañanas y tardes en las que Vainilla sale
a repartir sonrisas y vive las más increíbles y amorosas experiencias en Pradera Dulce Miel, su hogar.
A través de cada historia conoceremos su casa, sus amigos, sus mascotas y todo aquello que hace
a Vainilla la más feliz de todas las hadas.
También te presentaremos a Chocolate, el duende más aventurero del Valle Merengue Encantado
y el mejor amigo de Vainilla. Juntos viven momentos únicos e inolvidables llenos de alegría y diversión.
Ahora te invitamos a cerrar los ojitos y comenzar a disfrutar de estos esponjosos relatos.
Esponjosos…?...SI!, con un aroma suave, dulce, como esos que se sienten cuando cocinas con mama las más ricas galletitas, como esos que se sienten cuando la abuela prepara una de sus recetas, como esos que se sienten cuando tu cuarto esta recién limpito y perfumado….
Acompañamos a Vainilla entonces? Te animas?.
amarillo vainilla muy pálido y sus ojos….ahí esta su gran tesoro.
Por lo general, sus ojos son color café, de un marrón intenso y profundo, pero cuando algún niño o
niña necesita alguna sonrisa, Vainilla se da cuenta porque siente un cosquilleo en sus parpados y de
repente sus ojos se vuelven color verde agua marina.

a repartir sonrisas y vive las más increíbles y amorosas experiencias en Pradera Dulce Miel, su hogar.
A través de cada historia conoceremos su casa, sus amigos, sus mascotas y todo aquello que hace
a Vainilla la más feliz de todas las hadas.
También te presentaremos a Chocolate, el duende más aventurero del Valle Merengue Encantado
y el mejor amigo de Vainilla. Juntos viven momentos únicos e inolvidables llenos de alegría y diversión.
Ahora te invitamos a cerrar los ojitos y comenzar a disfrutar de estos esponjosos relatos.
Esponjosos…?...SI!, con un aroma suave, dulce, como esos que se sienten cuando cocinas con mama las más ricas galletitas, como esos que se sienten cuando la abuela prepara una de sus recetas, como esos que se sienten cuando tu cuarto esta recién limpito y perfumado….
Acompañamos a Vainilla entonces? Te animas?.
A mis pequeños y grandes lectores (Presentación)
Hoy, en este momento, y en esta noche, en donde mi vida ha cambiado por completo, he decidido materializar uno de mis grandes sueños.
Dicen que los momentos de crisis traen grandes aprendizajes, que todo pasa por algo y que en algún momento entendemos el porque.
No estoy segura que así sea, pero sí creo firmemente que cada uno debe tomar lo que le sucede, procesarlo, vivirlo, y mirar hacia adelante.
Es un momento único en la historia de la humanidad, y en mi historia individual también.
Y hoy, luego de casi 5 años, decidí darle vida a dos seres de amor y luz que crecieron en mi hace un tiempo.
Una noche de primavera creo, durmiendo a una de mis hijas, en ese momento, de a penas unos meses, sentí una corazonada muy dentro mio. Estaba muy conectada con mis dos princesas, dos amores que la vida me había regalado. Algo dentro mio me decía que tanto amor me iba a desbordar, y sentía que tenía que dejarles algo, que tenía que dedicarles a ellas, a mis dos amores, un regalo de luz, de amor y de conexión.
y allí empezaron a surgir, ideas, palabras, títulos, descripciones, e imágenes.
Y entendí todo. Comprendí que necesitaba crear, escribir, darle vida a este amor tan grande y tan profundo. Entendí que quería hacer algo por y para mis niñas, pero también por y para otros cientos o quizás miles de niños más.
Agarré un cuaderno. Empece a escribir, en mis poquísimos momentos libres. Visualicé hasta el aspecto físico de los personajes y paisajes sobre los cuales escribiría.
No sabia ni como ni cuando este proyecto iba a tomar forma, ni como sería esa forma.
Libro impreso, editado?
Libro virtual?
o quedaría en la nada.....?
5 años después, y con una vida completamente distinta a la que tenía en el momento en que nacieron estos personajes, siento que es el momento de darles vida.
Vainilla y Chocolate nacieron del amor. Nacieron de la conexión. Nacieron de la luz que trajeron a mi vida MI VAINILLA Y MI CHOCOLATE.
Hoy, en un mundo en donde lo virtual nos conecta, nos acerca, nos entretiene y nos contiene, siento que quizás este sueño, esta aventura, y este anhelo, puede acompañar mañanas, tardes y noches de cuentos a los niños que hoy necesitan tanto amor, contención y paciencia.
Invito a todos los lectores, grande y pequeños, a que puedan compartir este sueño. Si de cada cuento y cada historia publicada logramos que un niño sonría, se entretenga, duerma, o simplemente crea en la magia y ponga en juego la imaginación; entonces gran parte de mis anhelos estarán cumplidos.
A vos, que quizás lees una, dos o más historias, te invito a comentarlas, aportar ideas, sugerir títulos para nuevas aventuras, escribir algún pedacito de ellas...
A vos te invito a imaginar a los paisajes y personajes, dibujarlos y subir fotografías de ellos.
A vos, que estás ahí, te invito a compartir, este gran sueño.
Dedico este proyecto, a los 2 ejes de mi vida, mi fuente de inspiración, no solo para este proyecto, sino también para mi vida. Mi Vainilla y Mi Chocolate, los dos seres de amor y luz, que llenan mi vida de todo sentido.
Dicen que los momentos de crisis traen grandes aprendizajes, que todo pasa por algo y que en algún momento entendemos el porque.
No estoy segura que así sea, pero sí creo firmemente que cada uno debe tomar lo que le sucede, procesarlo, vivirlo, y mirar hacia adelante.
Es un momento único en la historia de la humanidad, y en mi historia individual también.
Y hoy, luego de casi 5 años, decidí darle vida a dos seres de amor y luz que crecieron en mi hace un tiempo.
Una noche de primavera creo, durmiendo a una de mis hijas, en ese momento, de a penas unos meses, sentí una corazonada muy dentro mio. Estaba muy conectada con mis dos princesas, dos amores que la vida me había regalado. Algo dentro mio me decía que tanto amor me iba a desbordar, y sentía que tenía que dejarles algo, que tenía que dedicarles a ellas, a mis dos amores, un regalo de luz, de amor y de conexión.
y allí empezaron a surgir, ideas, palabras, títulos, descripciones, e imágenes.
Y entendí todo. Comprendí que necesitaba crear, escribir, darle vida a este amor tan grande y tan profundo. Entendí que quería hacer algo por y para mis niñas, pero también por y para otros cientos o quizás miles de niños más.
Agarré un cuaderno. Empece a escribir, en mis poquísimos momentos libres. Visualicé hasta el aspecto físico de los personajes y paisajes sobre los cuales escribiría.
No sabia ni como ni cuando este proyecto iba a tomar forma, ni como sería esa forma.
Libro impreso, editado?
Libro virtual?
o quedaría en la nada.....?
5 años después, y con una vida completamente distinta a la que tenía en el momento en que nacieron estos personajes, siento que es el momento de darles vida.
Vainilla y Chocolate nacieron del amor. Nacieron de la conexión. Nacieron de la luz que trajeron a mi vida MI VAINILLA Y MI CHOCOLATE.
Hoy, en un mundo en donde lo virtual nos conecta, nos acerca, nos entretiene y nos contiene, siento que quizás este sueño, esta aventura, y este anhelo, puede acompañar mañanas, tardes y noches de cuentos a los niños que hoy necesitan tanto amor, contención y paciencia.
Invito a todos los lectores, grande y pequeños, a que puedan compartir este sueño. Si de cada cuento y cada historia publicada logramos que un niño sonría, se entretenga, duerma, o simplemente crea en la magia y ponga en juego la imaginación; entonces gran parte de mis anhelos estarán cumplidos.
A vos, que quizás lees una, dos o más historias, te invito a comentarlas, aportar ideas, sugerir títulos para nuevas aventuras, escribir algún pedacito de ellas...
A vos te invito a imaginar a los paisajes y personajes, dibujarlos y subir fotografías de ellos.
A vos, que estás ahí, te invito a compartir, este gran sueño.
Dedico este proyecto, a los 2 ejes de mi vida, mi fuente de inspiración, no solo para este proyecto, sino también para mi vida. Mi Vainilla y Mi Chocolate, los dos seres de amor y luz, que llenan mi vida de todo sentido.
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